Herr Anton WEIDINGER, gracias a magistral y elaborado Plan, consiguió que el maestro Kozelluch engrandeciese nuestro patrimonio musical con el legado de su Sinfonía concertante?.
Con esta obra se encendería la llama de esa luz que continuaría un año después en la obra de Johann Weigl y, que un 28 de marzo de 1800 en el Teatro Imperial de Viena, iluminaría al mundo de la trompeta mostrandonos un nuevo y esperanzador horizonte.