Desgraciadamente, la historia o aquellos que la escriben han sido injustos una vez más. Muchas veces o, generalmente, la genialidad, belleza, profundidad u originalidad son características que ha de poseer una obra maestra. Al menos, para que pueda permanecer en la memoria del tiempo. El concierto (sinfonía concertante) de Kozeluch no reúne las aportaciones o innovaciones que presenta el de Haydn. Kozeluch no innova ni revoluciona la escritura, la literatura musical de latrompeta. Su sinfonía concertante no supone un antes y un después en la técnica y evolución dela trompeta como sí lo hace el de Haydn pero tampoco era esa su finalidad.
Cuando Anton Weidinger pide el encargo de esta pieza a su colega y hermano de Logia Kozeluch es preciso y claro en lo que solicita. Por parte del compositor, los deseos del trompetista son magistralmente atendidos.
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